lunes, 10 de abril de 2017

Corrección 11/4/2017

Teniendo el plano del Padre Tosca en la mano el primer día después de conocer nuestros objetivos a desarrollar con el último ejercicio del curso, me veía completamente en blanco con respecto a por dónde comenzar la tarea. Yo, habiendo vivido solamente dos años y medio en Valencia, y a lo sumo sin haber salido prácticamente de los límites de los respectivos barrios en los que me alojaba, no conocía la manera con la que poder agarrar este ejercicio de manera sólida. Si no conozco la Valencia del S. XXI, ¿Qué voy a hacer yo con la Valencia del Padre Tosca?

A sabiendas de la futura ruta guiada por la ciudad que nos serviría para comenzar a trabajar decido esperar hasta la fecha, no sin antes empezar a estudiar los ejemplos proporcionados por Raúl que nos iban a servir de referencia.

Después de un entretenido paseo, contemplando las soluciones que propusieron los distintos arquitectos con sus proyectos -en cuanto a inserción urbana se refiere- atravesamos el Mercado Central y al salir llegamos a un inhóspito lugar. Se trata del encuentro entre uno de los accesos al mercado, cuyo tránsito exterior-interior confluye en un espacio al cual Raúl dedicó las palabras textuales: “¿Y esto qué es?” Todos coincidíamos que la relación entre el Mercado Central, la calle, la Plaza de la Ciudad de Brujas y los distintos elementos que  coincidían en ese sitio no estaban bien resueltos estaban al lado pero no dialogaban, no se relacionaban, de hecho se llegó a decir que -en nuestra opinión- no estaba bien resuelto. Tras esta breve conversación en el sitio, decido actuar allí.


El lugar se sitúa en el distrito Ciutat Vella, en la el barrio de El Mercat, concretamente en torno a la Plaza de la Ciudad de Brujas, que se hizo en honor al humanista valenciano Luis Vives. En ese emplazamiento se disponen a su alrededor una serie de elementos característicos que traen  consigo una serie de actividades en la zona como lo son el Mercado Central (antes la plaza del mercado), la Real Parroquia de los Santos Juanes, también conocida como iglesia de San Juan del Mercado, la Lonja de la Seda, y antes de que se construyera el Mercado Central, se encontraba en su lugar el Convento de las Magdalenas.




EL MERCAT

Se trataba de un arrabal extramuros de la muralla árabe de Valencia, hasta que en el año 1356, con la construcción de la nueva muralla (medida de Pedro IV el Ceremonioso) se incluyó dentro de esta. El barrio poco a poco se fue configurando a través de la construcción de edificios tales como la Lonja de la Seda (S. XV) y la ahora Real Parroquia de los Santos Juanes (S. XVIII). 



En los bajos de ésta, es donde se localizaban los puestos de venta, reforzando así esta función de mercado. En el año 1838 se derriba el denominado convento de las Magdalenas para comenzar la construcción del nuevo Mercado Central, que tras pasar por varias remodelaciones ha terminado tal y como lo conocemos hoy en día.


"La vida de cualquier ciudad, pueblo o aldea, siempre ha girado alrededor de una iglesia y un mercado. Ese lugar era el centro neurálgico de la ciudad, donde se encontraban la mayor parte de los establecimientos comerciales, donde se celebraban las fiestas, donde al amparo del bullicio se aprovechaban los ladronzuelos para hacer su agosto y donde muchas veces se levantaban los cadalsos. Alrededor de ese centro, la gente se reunía no sólo para hacer sus compras, sino también para intercambiar noticias, tanto locales como foráneas. Muchas veces se acudía al mercado también en busca de un trabajo. En resumen: el mercado era como el corazón de la ciudad a la que imprimía su ritmo vital; asimismo nuestro Mercado Central es una institución de la que irradia, ahora antes y siempre, un desbordante pulso vital valenciano."


La idea principal del proyecto reside en adentrarme en el conflicto urbano que se crea en la parte del acceso citado, comprendiendo desde el minuto número uno que se trata de un problema que no va a poder ser resuelto -con todas las pautas que este necesita- únicamente con mi proyecto. No se podrá resolver, pero sí que se podrá mejorar, y de este modo, recuperar parte del ambiente relacionado con la actividad social en un ámbito creado para ello el principio de los tiempos.



Esta operación incumbe realizar un intenso estudio sobre la sucesión de transformaciones que han hecho que este lugar haya dejado de ser el que fue, identificar cuál de todas ellas ha sido la que lo ha llevado al error, y saber prescindir de lo que no hace falta.
Me resultó curioso que al plantear la duda en clase sobre "La parte de atrás del mercado", que Paula me hiciera pensar que en realidad no se trataba de la parte de atrás del mercado, sino que tal vez la ciudad le daba la espalda al mercado en esa fachada.




Xavier Busquets: Sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña (Barcelona 1957-62)

Este edificio se sitúa en una parcela con forma de trapecio, adaptándose a la misma mediante un volumen en planta baja que remarca el perímetro de ésta, adaptándose a la trama medieval, a su vez que hace de expositor de la arquitectura moderna hacia el público. El uso principal de este volumen conlleva actividades públicas.
Por otra parte se levanta una torre por la parte más alejada al tránsito, de manera que agrede lo menos posible al entorno. Su uso expresamente es de oficinas .Diseñado como un contenedor, con cerramiento de muro cortina y mostrando su estructura en la fachada, el edificio se acerca más a la arquitectura internacional de la época que a su propio entorno.
La parte baja del proyecto la resuelve mediante un recorrido en forma de espiral utilizando una escalera abierta completamente, la cual es una continuación de la calle. Desde la cooperativa podemos subir al bar, y desde este a la planta baja. Lo último que encontramos es el salón de actos, con un friso de hormigón que soporta unos esgrafiados de Picasso. Cada una de las plantas fue diseñada por un arquitecto diferente.






martes, 4 de abril de 2017

CAMPING EN LA PATACONA

El ejercicio del camping. Un ejercicio en el cual disponíamos de 3-4 meses de trabajo pero por unas causas u otras, el tiempo verdaderamente empleado ha sido una cuarta parte. "¡Qué pena que no hubiéseis trabajado así desde el principio!" Fueron las palabras de Raúl en la corrección, pero lo peor es que lleva toda la razón.
Dejando eso atrás, me quedo con la evolución y la capacidad de reacción que tuvimos Jorge y yo para sacar el ejercicio adelante cuando nadie daba nada por nosotros.
Sin más dilación, aquí lo dejo.








jueves, 29 de septiembre de 2016

OPUS CON AMORE

"Cuando me jubile, me voy a vivir a la playa."

Esta frase la dijo mi padre hace ya algún tiempo, y fue mi primer pensamiento al instante de conocer el enunciado del ejercicio. 

Hace ya muchos años, que mi familia y yo veraneamos en un piso que tenemos en la costa de Murcia, en una pequeña ciudad denominada Águilas. Desde que disponemos de ese apartamento, pasamos allí las vacaciones, y mis padres afirman que cuando se jubilen, terminarán viviendo en este lugar. Sin embargo no han tenido en cuenta un pequeño detalle: mi perra.

es una mascota de considerables dimensiones a la hora de estar en un piso, además de la molestia y el ruido que supone para todo el lo que de vecinos. De hecho, los pocos veranos que lleva aún con nosotros, se queda a cargo de una empresa que la cuida muy bien en este periodo de tiempo. Es por ello que el proyecto va destinado a mis padres y a mi perra, ya que mi hermana y yo supongo que emigraremos del hogar familiar.

Como ya he mencionado, la localización de la vivienda será en Águilas, junto a la costa, en una parcela con cierto desnivel en el terreno, detalle en el que profundizaremos más adelante.




El programa de la casa, está basado en las necesidades y gustos de los habitantes que la usarán, y es el siguiente:
- Cocina
-Salón
-Baño completo
-Dormitorio doble
-Aseo de respeto
-Pequeño gimnasio
-Despacho/zona de trabajo
-Porche exterior cubierto
-Jardín

Al comenzar a dibujar y plantear la forma de la casa, la idea primordial era una disposición en planta baja, regida por un ventanal retranqueado que ocupa el largo de toda la vivienda con vistas directas al mar. La razón de por qué todo en planta baja es simple: a mi perra le dan miedo las escaleras, no le cuesta nada subirlas, pero bajarlas es un suplicio para ella (ni mencionarlo si están mojadas). Se trata de un labrador, el cual es un perro de compañía, no es que le guste estar con gente, lo necesita. Si está sola se aburre como una ostra, en cambio, se puede tirar todo el día acostada a mi lado mientras yo estudio, que ella está feliz.

Es un caso especial de labrador, que suele ser una raza tranquila y sumisa. Sin embargo la mía, es puro nervio y siempre tiene ganas de jugar, comer y oler cosas, por ello es muy necesario un jardín en el que pueda correr libremente.


Al trazar estos bocetos, una parte de mí pensó que estaba yendo a la solución fácil al quitar las escaleras y dejarlo todo en planta baja, así que me dispuse a darle vueltas al coco, y di con una posible solución: utilizar el terreno exterior como un acceso para mi perra, de manera que pueda acceder a la planta que quiera, siempre y cuando sea pasando por le exterior de esta.
La geometría de la casa es muy simple. Se trata de un prisma rectangular dividido por la mitad horizontalmente, desplazando la parte superior hacia adelante. El terreno recubre una parte de la vivienda por uno de sus lados mayores y uno menor, así la vivienda varía considerablemente dependiendo de la zona desde donde la estemos observando. También, el desnivel favorece a que la obra se incruste en el entorno, pareciendo así que surja desde dentro de la tierra, haciéndola, en cierta medida, "orgánica".

En cuanto a la disposición funcional, de momento es la siguiente: